Capítulo 20
En la mirada de Ramón hacia Lucía se dibujaba ahora una ternura evidente: —No es lo mismo. Si solo hubiera sido de palabra, podría olvidarlo; pero si te ha hecho daño, entonces no.
El poder del dinero era incuestionable. Inspiré hondo: —¿Y no se te ha pasado por la cabeza que, quizá, antes de que entraras, ella no estaba así, y que solo cambió cuando apareciste tú?
—Lucía no es ese tipo de persona. —Replicó Ramón con total seguridad.
Recordé que, en cuanto entró Lucía, mi pequeño plan había surtido efecto.
Con un suspiro fingidamente resignado, lo miré con compasión, como a alguien con pocas luces: —Entonces, ¿por qué no revisamos las cámaras? Justo esta mesa tiene un ángulo perfecto, y además, con audio.
—¿Tú, después de meterte con Lucía, tienes el valor de pedir que revisen las cámaras?
—No hace falta llegar a eso, no es más que una tontería.
Las dos voces se superpusieron.
Ramón, firme como un paladín; Lucía, en cambio, con una chispa de inquietud que no supo disimular.
Ella se afe

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda