Capítulo 129 ¿Quién será?
Eduardo volvió a su oficina después de la clase y vio el mensaje de agradecimiento de Silvia.
Además de agradecerle, ella le envió una foto de una planta verde junto a la ventana, mencionando que hacía muy buen sol.
Él sonrió: —¿Es menta? ¿Cómo se te ocurrió plantar menta?
Silvia respondió: —Es fácil de cuidar y, si necesito condimentar algo, simplemente arranco una hoja. Es bonita, sabrosa y huele bien.
Eduardo no pudo evitar reír: —Gracias, lo tendré en cuenta. Yo también compraré una para mi casa.
—No necesitas comprarla, tiene mucha vitalidad. Puedo sacarte unas cuantas y pronto tendrás una maceta llena.
Por las dos frases de Silvia, Eduardo sintió que ella estaba de buen humor.
Después de pensarlo un momento, respondió: —¿Qué pasa? ¿Una copa de vino realmente te hizo más abierta?
Silvia sonrió: —No, en realidad quería decirte que no necesitas preguntar a tus colegas de la facultad de medicina.
—¿Por qué?
—El señor Emilio intervino y resolvió el asunto con el hospital y la opini

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