Capítulo 38: Despidiéndola
Ángel finalmente no reveló si aceptaría o no el consejo de Arturo, y continuaron bebiendo hasta la madrugada antes de dispersarse.
Arturo optó por dormir directamente en el Palacio de las Estrellas, mientras que Ángel, que lo encontraba insalubre, solicitó a un camarero del Palacio de las Estrellas que lo transportara de vuelta a Villa Mariposa en coche.
A esa hora, ya bastante ebrio, apenas lograba caminar con estabilidad; el camarero lo asistió cuidadosamente al subir las escaleras, y Ángel se desplomó en el sofá, sosteniéndose la frente que le dolía ligeramente.
El camarero, preocupado por dejarlo solo en caso de que le sucediera algo y por la responsabilidad que eso conllevaría, vaciló antes de preguntar:
—Señor Ángel, ¿necesita que llame a su niñera para que venga a cuidarlo? ¿O dónde guarda los remedios para la resaca? ¿Quiere que se los traiga?
Ángel, molesto por la interrupción, frunció el ceño y le arrojó su teléfono móvil: —Llama a Silvia, dile que venga.
El camarero, con res

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda