Capítulo 100
Cuando Amelia despertó, el aire se llenó de olor a desinfectante y estaba mirando el techo blanco de un hospital.
Tenía un goteo intravenoso y el líquido goteaba lentamente dentro del tubo, justo en línea con el sonido del reloj en la habitación.
Amelia se sentó y encontró a una persona sentada en el sofá frente a la cama.
La luz del sol de la tarde brillaba desde la ventana, lo que delineaba los hermosos rasgos faciales de Robin. Se veía tan deslumbrante que Amelia no podía quitarle los ojos de encima.
Al darse cuenta de que Amelia se había despertado, Robin apagó su computadora portátil y caminó hacia la cama.
"¿Te sientes mejor?"
Amelia asintió. Sus labios estaban un poco pálidos, pero todavía lucía hermosa.
"¿Me enviaste al hospital?"
"Sí." Robin se inclinó y la ayudó con la colcha que caía. "¿Quieres algo para comer?"
Amelia no almorzó al mediodía. Ahora su estómago estaba gruñendo. "Me encantaría un poco de avena".
Después de hacer arreglos para que alguien lo comprara, Robin mir

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