Capítulo 32

Mientras más pensaba en esto, más enojo sentía. De repente, William se sentó a su lado, cruzó las piernas, y tan pronto como vio su rostro lastimero, sintió pena por ella. Entonces, dijo: "¿Qué piensas hacer?" "¡No sé!" gritó Valeria, sintiéndose desesperada y furiosa al mismo tiempo. "¿No sabes? ¿O sea que te quedarás con los brazos cruzados viendo cómo otros se salen con la suya?" preguntó William. En este momento, Valeria sintió unas ganas inmensas de ir a la villa y echar a esas dos mujeres desvergonzadas. Sin embargo, al pensar en que la violencia empeoraría las cosas, se detuvo. Además, era obvio que Ronald confiaba ciegamente en Julie y su hija, así que su intento por echarlas sería en vano. Pensando en esto, Valeria supo que lo mejor era calmarse y pensar con cabeza fría. Una vez que haya logrado planear algo, se enfrentaría a ellas y haría que todas sus artimañas se vengan abajo. Tras ver que Valeria intentaba mantenerse tranquila, William realmente se sorprendió. De hecho,