Capítulo 37
—Norma, menos mal que trabajas en la empresa de mi hijo. Si estuvieras en otra, hum... Con esa actitud tuya, nadie te contrataría.
Norma no le prestó atención y, en cambio, le preguntó al personal de enfermería si había ocurrido algo con Lucía durante su ausencia.
—¡Te estoy hablando! —Lucía, furiosa, dejó la sopa de pollo a un lado. Norma la había vuelto a ignorar, incluso estando enferma.
Norma le lanzó una mirada de soslayo.
—Señora Lucía, tiene la presión un poco alta. Si se enoja con frecuencia, es muy fácil que le revienten los vasos sanguíneos, lo que podría causarle una parálisis total.
—¿¡Me estás maldiciendo!? —Lucía dio una palmada en la mesita auxiliar, completamente indignada.
La enfermera que estaba al lado observó todo, muy confundida. Cuando la señorita Norma estaba presente, la señora Lucía parecía no soportarla en ningún aspecto.
Pero cuando la señorita Norma no estaba, la señora Lucía solía decir que ella hacía las cosas con más cuidado que la propia enfermera. Defin

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