Capítulo 41
—Lo más indignante es que, como en la empresa siempre hay chismes, la gente no tiene pensamiento propio, son como tontos que creen lo que dijo. ¡Cuando en realidad, la que no tiene capacidad es Marta!
Elena hablaba por teléfono, visiblemente molesta.
En su corazón sentía una gran injusticia por Norma. Esa mujer llamada Marta simplemente se respaldaba en el señor Federico para atacar a la señorita Norma a cada paso.
Cuando recibió la noticia, su primera reacción fue pensar que había sido Federico, quien filtró la información a Marta.
—Antes de que Marta dijera eso, ¿ustedes escucharon algo al respecto?
Elena se quedó en silencio momentáneamente: —Antes de que Marta lo dijera, ninguno de nosotros sabía nada.
Dudó un poco antes de añadir: —¿Señorita Norma, de verdad va a renunciar?
Ella soltó una risa fría desde el otro lado del teléfono.
—Sí, voy a renunciar.
—Pero es una renuncia voluntaria. No es como dijo Marta, que me van a despedir porque no tengo capacidad.
—¡Lo sabía! Señorita Nor

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