Capítulo 107

Cuando Roberto vio a Alicia, su expresión también se volvió un poco anormal. Se acomodó la bata de dormir y, con voz fingidamente tranquila, preguntó: —¿Ya despertaste? —Um, solo estoy un poco mareada. Roberto, deteniéndose antes de hablar, la observó: —¿Recuerdas lo que hiciste anoche? Alicia intentó recordar, pero finalmente negó con la cabeza: —No recuerdo nada. ¿Hice algo vergonzoso? ¡No puede ser! Roberto la miró profundamente, con sus pensamientos reflejándose claramente en su rostro. Estaba casi seguro de que ella realmente no recordaba lo sucedido la noche anterior. Él no había dormido en toda la noche por eso. Ahora, pensándolo bien, estaba exagerando. Roberto suspiró aliviado: —Es muy peligroso para una chica emborracharse tan tarde. No deberías beber más. Alicia, algo avergonzada, tartamudeó: —Anoche me emborraché sin querer, solo quería tomar un par de tragos. Roberto, con los ojos entrecerrados, replicó: —El alcohol te hace menos inteligente, y ya te falta algo de