Capítulo 1096

Pero la calle estaba muy animada, también había muchos autos estacionados, y esa sensación incómoda que había sentido antes había desaparecido; todo parecía tan tranquilo y apacible. Roberto siguió la mirada de Alicia. —¿Qué ocurre? —No es nada, debe de ser solo una ilusión mía. Alicia negó con la cabeza, levantó la vista hacia Roberto y le mostró una leve sonrisa. Tal vez ya no necesitaba ser tan cautelosa. Ambos fueron a cenar y eligieron un restaurante al que ella solía ir con frecuencia; los sabores que recordaba seguían siendo auténticos. —¿Alicia? Al escuchar que alguien la llamaba por su nombre, Alicia se giró y vio a una persona conocida; era nada menos que la delegada de clase, Laura. Alicia mostró una expresión de sorpresa y alegría. —Laura, ¿tú también has vuelto? —Sí, mi abuela está celebrando su fiesta de cumpleaños y vine especialmente para asistir a su celebración. Laura también se sorprendió al ver a Alicia, después de todo, desde que entraron a la universidad, cada una