Capítulo 1134

La puerta del reservado se abrió y muy pronto sirvieron la comida. Alicia tenía algo de hambre, así que ambos tomaron los cubiertos y empezaron a comer. De repente, Alicia recordó algo. —Por cierto, ¿cuándo vamos a hablar con Belén sobre ese asunto? No podemos dejar que pierdan su dinero de esa manera, ¿verdad? —Dentro de unos días, cuando el nuevo producto de Grupo Andes ya esté estable en el mercado. —Vale, de todos modos podemos investigar discretamente primero y después pensar cómo resolverlo poco a poco. Apenas terminaron de comer, el teléfono de Roberto empezó a sonar sin parar. Él lo miró y, de forma instintiva, arrugó la frente. Alicia lo observó. —Ve a ocuparte, no te preocupes. Cuando terminen mis exámenes finales, tendré más tiempo para estar contigo. Roberto tomó la mano de Alicia. —El fin de semana hay una reunión empresarial, también relacionada con informática. ¿Quieres venir conmigo? —Claro. Alicia sabía que apenas tenían tiempo para salir juntos, así que podía aprovech