Capítulo 1156
Ella lo había acompañado hasta allí precisamente para que pudiera terminar su trabajo lo antes posible, pero ahora él seguía en la sala de descanso, con una actitud de no querer irse.
Roberto se acercó y la abrazó. —En realidad, pensaba llevarte de regreso y había reservado una hora para ello, pero ahora tenemos tiempo de sobra.
Su voz era ronca, con una insinuación muy clara.
Alicia seguía esquivando su boca. —No.
—¿Media hora?
Alicia no respondió.
—Entonces, ¿diez minutos?
Alicia intentó apartar su mano, pero las manos de él eran muy firmes, y no pudo soltarse.
Roberto hundió la cabeza en su cuello. —Entonces, ¿un minuto? ¿Para recargar energías?
Su voz transmitía cansancio. —Estoy tan cansado de trabajar.
Alicia, al pensar en lo agotado que había estado últimamente, se enterneció mucho.
Asintió, sonrojada. —Entonces, un minuto.
Al momento, él se acercó y comenzó a besarla con pasión.
Alicia, conmovida, se apoyó en su pecho y, al final, terminó tan débil por sus besos que no pudo hac

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