Capítulo 1290

Pedro, al escuchar esto, se burló. —¿Estás enferma de la cabeza? —No estoy enferma. Cuando casi muero al dar a luz, tuve un sueño muy largo. Soñé con nuestra vida original, que era diferente a la de ahora. —¿Cómo era esa vida original? —En el último año de preparatoria, Alicia no rechazó a Raúl; siguió acompañándolo en los partidos, y hasta ganó el primer lugar. Tú tampoco sufriste una desfiguración, la empresa de Vicente no quebró y a Marco también le fue muy bien. Pero todo eso cambió porque Alicia cambió. Pedro entrecerró los ojos. —¿Y qué hay de Alicia? Si todos los demás vivían bien, entonces Alicia seguramente no la pasaba tan bien. Porque Pedro sabía que el bienestar de ellos antes se había conseguido muchas veces a costa de los sacrificios de Alicia; solo que, en aquel entonces, creían que sus sacrificios eran algo natural. La mirada de María titubeó un poco. —Alicia ni siquiera obtuvo el primer lugar en el examen de acceso a la universidad, fue a una escuela común, conmigo. Si