Capítulo 1361

Después de que Belén hablara con indiferencia, Yalena enloqueció. Ella la miró fijamente. —¿Es que no tienes humanidad? ¡Él es tu hermano! ¡Y aun así pudiste alzar la mano contra él! —¿Y por qué no podría hacerlo? Mi padre murió por tu culpa. Belén fijó la mirada en Yalena. —Yo quiero que sufras y te arrepientas, que pruebes esa misma sensación. —No puedes hacer eso, también es hijo de tu padre. Alicia intervino. —No pensé que alguien como tú pudiera tener conciencia. Yalena se calmó. —No, ustedes no deberían ser asesinas. Augusto no ha muerto, ¿verdad? Belén soltó una risa fría. —No ha muerto, porque desde el principio nunca lo secuestré, y mucho menos lo mantuve prisionero. Es él quien no quiere venir a verte. —¡Eso es imposible! Yalena la miró fijamente. —Fuiste tú quien secuestró a Augusto, ¿crees que no lo sé? ¿Cómo podría él no querer a su madre? —Porque una madre como tú lo hace sentir asfixiado y avergonzado. Belén la miró. —Augusto regresó al país por voluntad propia, y tambié