Capítulo 1410

—Entonces, señorita Alicia, ¿qué quiere comer? Puedo pedir a la cocina que lo prepare. Alicia lo miró y preguntó: —¿Puedo pedir lo que sea? —Por supuesto. Al ver una actitud tan respetuosa, el corazón de Alicia se hundió; no podía sentir alegría en absoluto. —Quiero pan y pastel —dijo. —De acuerdo, lo prepararé de inmediato. Alicia esperó un rato, hasta que le trajeron el pan y el pastel, ambos con un aspecto sumamente apetitoso. Ella miró el desayuno y dijo: —Ya no tengo apetito. Llévenselo. —Señorita Alicia, ¿se siente mal en algún sentido? Con expresión serena, Alicia respondió: —Simplemente no tengo hambre; no quiero comer. —Señorita Alicia, si siente alguna incomodidad, debe avisarnos. Alicia se volvió y se sentó al borde de la cama, sin dar más respuesta. Al llegar el mediodía, la persona volvió con el almuerzo. —Señorita Alicia, ¿qué desea comer a esta hora? Podemos cambiárselo cuando guste. Alicia echó un vistazo al almuerzo: eran platos de su tierra, los mismos que había disfr