Capítulo 1419
Cuando Roberto escuchó esas palabras, sintió un vuelco en el corazón.
¿Cómo había podido notar algo?
Lorena, al darse cuenta, le señaló con el dedo y le gritó: —Si te atreves a mentirme en algo tan grave, te rompo las piernas, ¿me oyes?
Roberto esbozó una sonrisa amarga. —No les estoy mintiendo.
Pero no era el momento de decir la verdad.
Incluso si en el futuro Lorena cumplía su amenaza y le rompía las piernas, no se arrepentiría.
Cuando Teresa volvió a escuchar su respuesta afirmativa, se tapó la cara y rompió a llorar. —No puedo aceptar esta realidad... ¿Cómo es posible que a una persona sana le ocurra una desgracia así?
—Malditos secuestradores... No podemos dejarlos escapar. Son una partida de desgraciados.
En todos sus años de vida, Lorena nunca había odiado tanto a alguien.
Valentín, con gesto preocupado, dijo: —Ustedes dos mejor regresen a descansar. En dos días iremos todos juntos al funeral.
Teresa ayudó a Lorena a levantarse y se dispusieron a salir.
Antes de irse, Teresa mir

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