Capítulo 1628

Alicia seguía sin moverse. —Señor Roberto, eres más quisquilloso que una mujer. —Te lo digo por última vez, baja. Tengo trabajo y no tengo tiempo para estar discutiendo contigo. Roberto sacó a Alicia del auto a la fuerza. Ella apenas logró mantenerse en pie. —¡Oye, Roberto, te vas a arrepentir! Pero Roberto cerró la puerta de golpe y ordenó con frialdad: —Arranca. Observó por el retrovisor a la mujer furiosa, y la curva de sus labios se alzó apenas un poco. Alicia siempre había sido tan arrogante y altiva, resultaba detestable verla así, y por fin le había tocado perder. Alicia miró el auto de lujo que se alejaba, enfurecida. —Roberto, ya verás. De inmediato llamó por teléfono. —Ven a recogerme. No pasó mucho tiempo antes de que un auto de lujo se detuviera frente a ella. Subió al vehículo de un salto, llena de ira. —¡Roberto se atrevió a dejarme tirada, esta cuenta se la voy a cobrar! —Cof, cof... señorita Alicia, ¿entonces hoy no iremos al Grupo Martínez? —No, que esperen. Alicia mir