Capítulo 1669

Alicia miró a Roberto, el hombre que tenía delante. De lo contrario, ¿cómo iba a ser tan casual que apareciera justo allí? Precisamente había arruinado sus planes. Roberto le arrebató la pistola de la mano, le sujetó la muñeca y la sacó de la habitación. Alicia, con el rostro impasible, lo siguió hacia fuera. Roberto miró a la gente que estaba afuera. —Encárguense de limpiar todo. Alicia los miró con extrañeza. —¿Limpiar qué? —Las pruebas que dejaste, para que no terminen convirtiéndose en la bala que se vuelva contra ti. La voz del hombre era sumamente fría, cargada de ira. Alicia no dijo nada y lo siguió hasta salir de aquel lugar. Al subir al auto, Alicia lo miró de reojo. —Todavía no me has respondido, ¿me estabas siguiendo? —Te lo imaginas, solo pasaba por aquí. La expresión de Roberto se veía algo forzada; luego la miró fijamente. —Entonces, ¿el padre del niño es Ixar? —¿Podrías no decir esas cosas repugnantes? Jamás tendría un hijo con un viejo como él. El rostro de Alicia refle