Capítulo 1688
—Sí, sí, sí, solo fue un malentendido.
Ixar miró a Roberto. —Entonces, ¿puedes hacer que retiren al francotirador? Que deje de apuntarme.
—Haz que ella venga.
Roberto miró a Alicia; ya no vestía la misma ropa de la mañana.
Ixar hizo una seña a sus hombres. —Dejen pasar a la señorita Alicia.
Alicia caminó lentamente hasta quedar frente a Roberto. —¿Cómo es que viniste? ¿Solo trajiste a estas pocas personas?
Roberto, con el rostro helado, apartó a Alicia a un lado. —¿Estás loca?
Alicia lo miró y, en voz baja, dijo: —Llama a la policía, dentro hay dos chicas más.
—Ya llamé.
En ese momento, los agentes irrumpieron de pronto y tomaron el control de la escena.
Ixar miró a Roberto. —¿Tú llamaste a la policía?
Este último respondió con frialdad: —Es bastante obvio.
Ixar se volvió hacia Alicia. —¡Ahora que llegó la policía, tú tampoco podrás escapar! Haz que Roberto cancele la llamada, ¡o de lo contrario ninguno de nosotros saldrá bien parado!
Alicia solo sonrió. —Yo soy inocente, soy la víctim

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