Capítulo 301
María sudaba a chorros, tan asustada que apenas podía sostener el celular.
Se alejó a toda prisa del asiento de Alicia.
Pero Raúl se interpuso en su camino: —Aún no has respondido a mi pregunta. ¿Qué estabas haciendo?
Las manos de María temblaban. No se atrevía a mirar a Raúl a los ojos.
Balbuceó: —Yo... yo solo quería ayudar a que el proyecto de Jorge ganara la licitación. Después de todo, Grupo Financiero Andes es su competencia ahora, y quería echarle una mano.
—Ayudar está bien, pero lo que acabas de hacer es ilegal, ¿no lo sabías? ¡Y con esto también estás perjudicando a Alicia!
Raúl no podía creer lo que María había hecho.
De repente, recordó lo que Vicente le había dicho: —¿Así que las grabaciones de seguridad del café eran de verdad?
—No, Raúl, no es así...
Pero Raúl no quiso escuchar más explicaciones. La sujetó con fuerza y ordenó: —¡Ahora mismo vas a disculparte con Alicia!
A pesar de sus problemas con Alicia, e incluso después de haber intentado convencerla de que no se uni

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