Capítulo 625
Alicia miraba a Lucía, tranquila y compuesta: —¿Dices que robé tu pulsera? ¿Dónde están las pruebas?
—¿Qué más pruebas necesitas? Acabo de ir a la zona de alimentos y la pulsera que llevaba en la muñeca ha desaparecido. Solo estaban ustedes allí, ¿quién más podría haberla tomado si no?
Lucía hablaba con total convicción, casi como si estuviera a punto de llamar a Alicia ladrona.
Belén fue la primera en no poder contenerse más: —Lucía, ¿estás loca? Yo también estuve en la zona de alimentos, ¿acaso eso me convierte en una ladrona?
Lucía soltó un bufido: —Claro que tú no podrías ser la ladrona, después de todo, a ti no te falta nada. Pero algunas personas son diferentes; los paletos nunca han visto cosas buenas.
Belén se puso tan furiosa que se le enrojeció la cara: —Lucía, si sigues diciendo tonterías, te vas de mi fiesta de cumpleaños, ¡no eres bienvenida!
—Belén, no hables sin pensar.
La señora Lourdes intervino entonces, mirando a Belén: —La señorita Lucía es nuestra invitada, ¿cómo p

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