Capítulo 902
La señora Beatriz, sin embargo, se adelantó suplicante y vociferó: —Lo que dije antes, hace un momento, fue solo para sonsacar información a María, no era verdad; en aquel entonces, no tenía intención de aprovecharme de ti.
—Esas palabras no deberías explicármelas a mí, sino a Teresa.
La señora Beatriz, al ver la actitud tan fría e implacable de Roberto como en ocasiones anteriores, soltó una risa amarga: —¿De verdad crees que ella va a creerte? No lo hará, solo confía en mí, su buena amiga.
Pensando en eso, la señora Beatriz se tranquilizó.
Sí, la palabra de Roberto por sí sola no era de temer.
Él la miró y dijo: —Qué lástima que todo lo que acabas de decir y hacer, Teresa lo ha visto.
¿Cómo no iba a conocer Roberto la personalidad de los Mendoza?
Por supuesto que haría que ella presenciara todo esto con sus propios ojos; de lo contrario, ella nunca lo habría creído.
La señora Beatriz se asustó y, mirando a su alrededor con nerviosismo, preguntó: —¿También ha venido? Tú sabes que su s

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda