Capítulo 67
—Ya no digas más.
—Está bien.
Laura, apretando los dientes, aceptó la orden.
Entraron al elevador juntos, pero ninguno presionó el botón para un piso específico.
Cuando llegaron a la planta superior y María se disponía a salir, se volvió impaciente hacia Pablo y Laura que la seguían.
—Si siguen así, llamaré a seguridad.
—Solo quiero disculparme de verdad.
Insistió Pablo, tratando de mantener la calma: —Pareces cansada esta noche, no quiero molestarte más. ¿Qué tal si almuerzo contigo mañana y hablamos? Espero que tengas tiempo.
—No tengo tiempo.
Cortó María rápidamente, mirando su reloj: —Ya pueden irse, no desperdicien más mi tiempo.
Mientras buscaba sus llaves en el bolso,
Pablo, incapaz de contenerse, la agarró del brazo.
—¡Suéltame! —María luchó instintivamente para liberarse.
Pero Pablo la sujetó con más fuerza.
—Si solo me perdonaras y volviéramos a ser amigos, no importa lo que pase en los negocios, estoy dispuesto a ayudarte a establecerte en Grupo Cisneros.
—Tienes falta de pr

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda