Capítulo 142

Después de que el hombre hablara, hizo una señal a sus hombres. Un hombre musculoso de un metro ochenta de altura levantó el puño e intentó golpear a Silvia. Diez segundos después, el hombre musculoso cayó ante la multitud con un fuerte golpe. El hombre con un solo ojo hizo una mueca de desprecio. “¡Todos al ataque!”. Cinco minutos después, una docena de personas gemían en el suelo. Las acompañantes estaban tan aterrorizadas que salieron corriendo. El salón privado estaba hecho un desastre y la lámpara de araña temblaba. Silvia ayudó a Dulcie a levantarse antes de que salieran lentamente del salón privado. Cuando llegaron a la puerta, Maya y su gente las detuvieron. Era la encargada del Gran Salón. “Señorita, acaba de golpear a mis clientes. Si dejamos que se vaya así, ¿cómo podemos seguir llevando nuestro negocio?”. Silvia no estaba feliz. “¿Qué quieres?”. Maya esbozó una débil sonrisa, pero su mirada era completamente fría. “No mucho. Danos uno de tus dedos y te dejaré march