Capítulo 242
Una suave sonrisa tiró de los labios de Franklin mientras observaba el rostro dormido de Julianna.
Después de pasar casi una hora y media en la bañera, lavándose el cuerpo mutuamente y besándose de vez en cuando, Franklin finalmente la ayudó a salir, y después de ponerle su ropa interior, la vistió con uno de los vestidos que había pedido para ella, luego la ayudó a subir al auto.
Sin embargo, a mitad del camino hacia el cementerio, Julianna se había quedado dormida, apoyando la cabeza contra la ventana.
—Julia —la llamó por su nombre y se acercó a ella—. Ya llegamos.
Julianna murmuró algo en voz baja, pero aun así abrió los ojos.
—¿Dormiste bien, princesa? —preguntó Franklin, ayudándola a salir del coche.
Julianna le lanzó una mirada descarada, que no estaba demasiado molesta ni complacida con sus acciones, y no dijo nada.
Franklin no pudo evitar reírse entre dientes, porque sabía que, a pesar de todo lo que Julianna dijera o hiciera, sentía debilidad por él. Lo amaba, o al menos, est

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