Capítulo 292
—Paz, necesitas relajarte —me dijo Carmen—. Siena está con su papá. No está con ningún desconocido; solo respira y espera a que llegue.
"¡No puedo!", dije con un puchero. Habían pasado horas y Cristian no respondía a mis llamadas ni mensajes. Ni siquiera me puso al día sobre Siena, y eso me estaba poniendo nerviosa.
No estar con Cristian ni con Siena me hizo darme cuenta de lo aburrida que era mi vida y de que realmente no tenía nada que hacer. Víctor se iba a hacer lo que estuviera haciendo, y estar con mi hermana, que no era precisamente la más lista, a veces se volvía molesto.
Me recliné en el sofá, pero justo cuando estaba a punto de cerrar los ojos, me interrumpió el sonido de un coche.
—¡Es Cristian! —dije, levantándome de un salto y agarré a Carmen del hombro, que me miraba con los ojos muy abiertos—. ¡Muévete! —le dije, empujándola con fuerza para poder salir corriendo—. ¿Sucede algo, señorita? —Uno de los hombres habló a toda prisa, pero lo ignoré y corrí al coche.
Parecía que

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda