Capítulo 45

—Buenos días —me saludó Cristian con una sonrisa y se sentó justo al lado opuesto de mí. La mirada en su rostro me asustó, pero no tanto como el hecho de que aún estaba en casa. —¿H... hola? —le regresé el saludo. Manuela colocó un plato frente a él y nos sonrió a ambos. —¿Llegarás tarde al trabajo? —le preguntó. —Sí, le hice una promesa a Paz —contestó. Me sorprendió que estuviera tratando de cumplir su palabra, pero era solo el primer día, así que quién sabe lo que pasaría en el futuro. —Le prometí que estaría más en casa. —¿Tienes planes para hoy? —me preguntó de repente y mi mente pensó en Vicente. Había decidido por mí misma que no le iba a mencionar que pasaría el día con él. Era obvio que esos dos tenían algún problema, pero eso no tenía nada que ver conmigo. —Solo iré a hacer unas compras —le mentí. —Sí, he visto que has disfrutado de la tarjeta de crédito. Tienes gustos caros —dijo riendo mientras yo bajaba la mirada por la vergüenza. ¿No se supone que me la había dado para es