Capítulo 62

Sostuve el sobre contra mi pecho mientras Cristian intentaba quitármelo de las manos. "¡No seas ridícula, solo dime qué vamos a tomar!", me obligó mientras yo forcejeaba. Había pasado una semana desde la pijamada y acabábamos de volver del médico. Tenía muchísimas ganas de saber qué nos darían, pero a última hora decidí que no quería saberlo. "¡No, quiero que sea una sorpresa!", le dije y lo aparté. Durante la última semana, nuestra amistad había crecido aún más y éramos muy amigos; incluso podríamos decir que éramos mejores amigos. Mi imagen de él tranquilo y callado había desaparecido por completo y no podía imaginarme sin oír su voz. Por desgracia, mi enamoramiento seguía siendo el mismo, incluso en momentos como estos, cuando se ponía pesado. ¿Para qué? ¡Hemos esperado tanto tiempo! ¡No puedes cambiar de opinión a última hora! "Sí, puedo", le dije y me solté. "Son adorables, por favor, cásense pronto". Estela hizo un puchero. Sus hermanas gemelas estaban en medio de nuestra discusi