Capítulo 32 Con otras intenciones

Nora apartó la mirada de golpe. Pasó un momento antes de que el tema finalmente cambiara. Alguien, mirando en dirección a Nora, habló: —León, este año el departamento financiero ha tenido suerte. Nora es una chica con un alto coeficiente intelectual, gran inteligencia emocional y un futuro prometedor. El semblante de León se iluminó; la sonrisa le llegaba hasta las orejas. Tras una breve pausa, devolvió el cumplido. —Señor Hugo, usted no tiene por qué envidiar. Siempre he oído que su hijo es un joven apuesto, estudioso, que lleva tiempo en el extranjero, en la Universidad del Alba Dorada, y que ya casi se gradúa, ¿verdad? Hugo respondió con naturalidad: —Elogias demasiado. Mi hijo tiene aptitudes normales, pero al menos es aplicado y le gusta aprender. Durante su estancia en la universidad ha logrado buenos resultados. Como está a punto de graduarse, estoy pensando en traerlo a nuestra empresa para que gane experiencia. Nora, ustedes tienen la misma edad; me gustaría presentárselos par