Capítulo 48 ¿Estás celoso?

Juan volvió a lanzar un par de miradas al semblante de Martín y luego se giró con una sonrisa forzada para responderle a Gloria. —Ya lo dije hace un momento, es mi amiga. Acaba de graduarse, es solo una niña asustada. No la molestes, si no, no se atreverá a salir a divertirse con nosotros otra vez. —No creas que no lo sé. De todos tus amigos, ¿a cuál no he visto? ¿De dónde ha salido esta amiga? Gloria giró la cabeza hacia los hombres que tenía a su lado y, con una sonrisa traviesa, preguntó: —Díganme, ¿a ustedes les parece que ella es una niña? Entre todos los presentes, solo Gloria se atrevía a enfrentarse a Juan. Los demás hombres, temerosos de ofenderlo, apenas movieron la cabeza en silencio, sin atreverse a emitir un sonido. Juan soltó un profundo suspiro. —Señorita Gloria, si de verdad quieres verlo, puedo subir a hacerlo. Doscientas... —Gracias, señor Juan. ¿Flexiones? Si es eso, yo subo y las hago. Nora interrumpió de repente a Juan. No soportaba verlo inclinar la cabeza ante Gl