Capítulo 98 La sangre hierve hasta la cabeza

Martín giró la cabeza para mirarla solo una vez, y con esa única mirada, la mirada de Nora se volvió completamente pálida. Su expresión era severa, letal, y en sus pupilas se reflejaba una furia desbordante. Las comisuras de los labios de Nora se contrajeron varias veces antes de que lograra emitir un sonido tembloroso: —Haz que alguien se lo lleve, y vete de aquí, ahora. Sus manos seguían aferradas con fuerza al brazo de él. A través de la tela podía sentir los músculos tensos y palpitantes, como si estuvieran a punto de estallar. Tenía el cabello revuelto, la cara desencajada por el pánico, evitando a toda costa su mirada. La mirada helada de Martín descendió desde su cara hasta su cuerpo. La ropa que llevaba puesta era la que él mismo había elegido para ella. El escote estaba desgarrado y, sobre la piel blanca y suave que quedaba al descubierto, se extendían marcas irregulares de dientes, enrojecidas y amoratadas. Cuando él había entrado, Rubén la tenía acorralada contra la pared, c