Capítulo 20

Cuando Abelardo recibió la noticia, llevaba casi tres meses buscando sin obtener ningún resultado. Incluso había empezado a dudar de si Natalia estaba muerta, si todo aquello no era más que una tarea inútil, que nunca la volvería a ver. Pero ese día, recibió una noticia desde el extranjero. Aunque solo era una foto muy borrosa, Abelardo la reconoció al instante: era su Natalia. ¡Ella seguía viva! ¡Aún podía volver a verla! Él ordenó a su asistente que investigara. Pronto supo que estaba en Canadá y que los padres de Natalia también residían allá. "¿Por qué no se me ocurrió antes?" Abelardo se sintió como si renaciera, inmensamente feliz. Natalia siempre había estado frente a él, solo que no se había dado cuenta. Compró un boleto de avión a Canadá. No podía esperar ni un minuto más. Cuando subió al avión, estaba muy nervioso. Temía que Natalia no lo perdonara, que no quisiera verlo. Sin embargo, pensó que, después de tantos años de amor entre ellos, era imposible que quisiera irse para