Capítulo 17

Clarisa se enojó, agarró el vestido y le dijo en tono de burla —¿Qué pasa si me lo quiero probar en este momento? La vendedora de la tienda frunció el ceño. Justo en ese momento, otro trabajador escuchó lo que pasaba y se acercó. —¿Qué es lo que pasa? La vendedora le susurró lo que estaba pasando y su compañera e, inmediatamente, sonrió de manera burlona. —Señorita, ese vestido es el último modelo de nuestra marca. Cuesta ochenta y ocho mil ochocientos dólares. ¿Está segura que quiere comprarlo? Clarissa se burló —me lo tengo que probar, primero y ya me estás preguntando si lo quiero. ¿Cómo puedes atender a tus clientes de esa manera? —Lo siento mucho, solo estamos tratando de proteger los intereses de otros clientes. Después de todo, la ropa que hay en esta tienda es muy cara. Si dejáramos que todos lo que entran se probaran la ropa; entonces, se volvería ropa de segunda mano. ¿No le parece? La vendedora le contestó con una sonrisa, aunque su tono estaba lleno de burla y sarcasmo. Cla