Capítulo 36

Clarissa le echó un vistazo a los platillos que estaban sobre la mesa y como se le esperaba, la mayoría de los platillos eran sus favoritos. A juzgar por los libros en el estudio, la ropa en el guardarropa y los platillos que le gustaban en la mesa. En ese instante supo que él realmente la amaba. Sin embargo, como Anderson no le había dicho nada en concreto, fingió no saber nada y no mencionó el tema. Clarissa y Anderson estaban muy callados mientras comían. Después de la comida, Clarissa se fue al jardín a caminar un poco y a ver las noticias del entretenimiento en su teléfono. De repente, olió un aroma fresco a pino desde atrás de ella. Se sorprendió por un momento y al darse la vuelta, Anderson estaba ahí parado. —No veas tu teléfono cuando estés caminando. Al decirle esas palabras, Anderson estiró sus brazos y le quitó el teléfono que tenía en la mano. Clarissa no estaba poniendo atención en el camino y, de repente, se tropezó con una piedra, perdió el equilibrio y se cayó al suelo