Capítulo 92
Luego, tomó su celular y comenzó a escribir frenéticamente en la pantalla, desahogándose con Ariel sobre algunas cosas que la tenían molesta.
—Jefe Jacobo, su celular...
Apenas bajó del barco, Jacobo se dirigió a la empresa para asistir a una reunión.
Desde el inicio, su teléfono no dejaba de sonar. No lo puso en silencio, sino que lo tomó y empezó a revisar los mensajes con atención.
Cuanto más leía, más se molestaba. Los empleados presentes no pudieron evitar ponerse ansiosos.
Siempre que Jacobo mostraba esa expresión, era señal de que estaba a punto de perder la paciencia.
Pero al final, simplemente dejó el celular a un lado y suspiró con desconcierto.
Los demás acompañaban con inquietud el vaivén de su ánimo, aunque, por suerte, lograron sobrevivir a esa reunión.
—¿Qué crees que le pasó a nuestro jefe Jacobo? ¿Por qué estará tan serio?
Algunos comenzaron a murmurar en voz baja. Ni siquiera durante las crisis más duras de la empresa lo habían visto con esa cara.
—Yo creo que hasta e

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