Capítulo 189

Me fui después de hablar. —Sara, ¡espera! —Víctor intentó alcanzarme, pero María volvió a gritar de dolor. Me giré y vi a Víctor sosteniendo a María, observando mi espalda. Parecía que quería alcanzarme para aclarar las cosas, pero tenía a María, que necesitaba atención médica. … Sin expresión en el rostro, me di la vuelta y me fui, llevándome a Anita conmigo. Al llegar a casa, Anita no dejaba de maldecir: —¿Este Víctor está loco? ¿Es un tonto? Lo que María diga lo cree como si fuera verdad. Le respondí con indiferencia: —En esa situación, María tenía que ser mucho más convincente. No todas las mujeres tienen el valor de golpearse la cabeza contra el mármol. Anita, furiosa, dijo: —¿Entonces por qué dijiste que fuiste tú quien empujó a María? Claramente, fue ella quien, al ver que todo se había descubierto, actuó de manera impulsiva, sin pensar en las consecuencias. Respondí con calma: —¿Serviría de algo explicarlo en ese momento? En la mente de Víctor, yo soy la que está molestando a M