Capítulo 344

El hombre no se atrevió a responder, pero el silencio es una forma de consentimiento. Quedé conmocionado. ¿Tan bien informada está ya la familia Gómez? ¿De dónde sacan los ricos sus noticias? Manuel miró al hombre con frialdad: —Vuelve y dile a la señora que Alberto se unirá en matrimonio con la familia Ruiz. Que esté tranquila. El hombre se quedó parado, luego frunció el ceño y dijo: —Presidente Manuel, usted sabe bien lo que piensa la señora... No alcanzó a terminar la frase, ya que Manuel y yo entramos en el ascensor. Las puertas del ascensor se cerraron lentamente, y vi la impotencia en los rostros de los tres. Debían estar aquí con una misión, pero Manuel simplemente los ignoró. Miré de reojo el perfil de Manuel, perfectamente esculpido pero tan frío como una estatua. Solo entonces noté que también tenía un lado dominante. ... Una noche sin palabras. Al día siguiente desperté y Manuel ya no estaba en el hospital. Me froté los ojos y miré el paisaje matutin