Capítulo 376

Anita tampoco lo tenía claro: —Qué raro. En teoría, la señora Patricia no debería aceptar a tu madre. Pero... quizás el presidente Manuel tenga una forma de hacer que ella ceda. Este problema no tenía solución por ahora. Aproveché para invitar a Anita a la reunión de la próxima semana. Anita aceptó encantada y luego siguió con su trabajo. En ese momento, parecía una pequeña explosión de sol, capaz tanto de trabajar como de regañar a la gente. Anita me ayudó a vengarme, y mi ánimo mejoró mucho. Sin embargo, en ese momento mi celular volvió a sonar. Era la abogada Inés. Suspiró: —Señora Sara, recién me dijo el señor Víctor que va a demandar a la señorita Ana. Me quedé sorprendida: —¿Por algo tan insignificante? La abogada Inés, entre indignada y divertida, respondió: —Sí. El señor Víctor cree que ha sido difamado. Me quedé sin palabras: —¿Y qué hacemos? La abogada Inés dijo: —No es gran cosa, solo hay que decirle a la señorita Ana que no debería hablar en línea. La