Capítulo 62

Paula me miró con una sonrisa que decía "sé cosas, pero no las diré". —Ay, no me refería a eso. Es que la Señorita Sara está muy delgada. Dijo esto mientras llevaba los platos vacíos a la cocina para ocuparse. Había comido tanto que solo pasear por el amplio apartamento de más de 200 metros cuadrados podía ayudarme a digerir. Aburrida, me dirigí a la cocina y vi a Paula preparando una cantidad considerable de ingredientes. Sorprendida, exclamé: —¿Paula, todo esto es para mí? No puedo comer tanto en una noche. Paula, sin levantar la cabeza, respondió: —Lo sé. También viene a cenar el Señor Manuel. Es la primera vez que cocino para él y tengo que hacerlo con esmero. Quedé paralizada: —¿Manuel... También va a venir? Paula sonrió y dijo: —Sí. ¿Acaso el Señor Manuel no vive aquí? Rápidamente negué con la mano: —¡No, no, no! El Señor Manuel... él no vive aquí. No vivimos juntos. Paula, indiferente, continuó con su tarea. Quise irme, pero me detuve y volví para explicar: —Paula, el Señor Manu