Capítulo 64

Pensé que era Víctor quien llamaba desde otro teléfono, por lo que contesté sin mirar y empecé a gritar: —¡Víctor, maldito y despreciable hombre, si vuelves a llamarme te denunciaré por acoso! Hubo una pausa en el otro lado del teléfono. Después de un momento, la voz resignada de Manuel llegó: —Sare, ¿por qué vuelves a discutir con ese hombre? ¿Qué ocurrió? ... Cuando Manuel llegó, ya había cinco ramos de diferentes tipos de flores en la sala. Cada ramo era de color rosa, vibrante y lujosamente empaquetado, y todos parecían costosos. La atmósfera en la sala era un tanto extraña. Sostenía la tarjeta que encontré entre las flores, que decía: ¿Te gustan estas flores? Firmada por alguien que te quiere. ¡Loco! Rasgué las tarjetas con furia. Manuel abrió la ventana y el aire fresco inundó el espacio. Dio instrucciones a los guardias que había convocado: —Llévense todo esto y desháganse de ello. Yo, sin palabras. Observé cómo los guardias se llevaban los ramos uno a uno, y no pude evitar most