Capítulo 85
Bajo la cabeza, jugueteando con mis uñas.
Anita, al verme desanimada, se preocupa y dice: —No estés así. No has visto cómo se volvió loco Javier al enterarse de que Víctor te había secuestrado. Si hubiera tenido un cuchillo en mano, habría hecho papilla a ese mal hombre sin dudarlo.
Recupero un poco el ánimo.
Anita vuelve a preguntar: —¿Qué planeas hacer ahora?
Levanto la cabeza y respondo con seriedad: —Recuperarme, buscar un abogado, ¡divorciarme!
...
Recuperarme no es complicado, al fin y al cabo, solo son heridas superficiales. Sin embargo, como me golpeé la parte trasera de la cabeza al caer del segundo piso, Luis no se atreve a darme el alta tan fácilmente.
Es necesario someterme a un monitoreo en el hospital, además de un chequeo completo, incluyendo observación.
Cuando Luis me ve con la cabeza bien vendada, suspira profundamente.
Le sonrío con esfuerzo y le digo: —Luis, gracias por todo.
Luis, mientras arregla sus guantes médicos, responde sencillamente: —No es molestia.
Observ

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda