Capítulo 101
—Tengo mucha hambre, date prisa. Rosa le agarró del brazo. —¿Reservaste el restaurante con antelación? Quiero comer.
Andrea bajó la mirada. —Sí, ya está reservado.
Al verla igual de dulce y tranquila que años atrás, Rosa torció los labios. —¿Qué te pasa, Andrea? Han pasado tantos años y sigues siendo igual de dócil y complaciente. Te he estado molestando y aún no aprendes a responderme.
—Sé que no te gusta escucharlo, pero igual te lo voy a decir. —Tú y Salvador no son compatibles ni en lo más mínimo. Tarde o temprano se van a divorciar.
—¿En verdad creíste que por decirle unas cuantas palabras bonitas y conseguir que te enviara al extranjero iba a cambiar en algo? Te lo advierto: esa relación tuya con él estaba destinada al fracaso desde el principio.
—Mírate, con esas ojeras tan marcadas, seguro que no has dormido bien. Salvador tiene muchas pretendientes a su alrededor: mujeres con mejores familias que la tuya, y muchas más jóvenes y guapas. Ten cuidado, quizá un día se canse de ti

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda