Capítulo 183
Desde abajo se escuchaban gritos, uno tras otro.
—¡Ángel!—Nuria gritó y cayó al suelo de golpe.
Probablemente estaba asustada también.
Ángel la miró, pero no dijo nada.
Nuria se calmó durante un buen rato antes de hablar:—Baja. Te prometo que no abortaré al bebé.
—¿De verdad? Nuria, ¿de verdad quieres quedarte con nuestro bebé? ¿Me darás una oportunidad y me perdonarás?
Nuria asintió con desaliento,—Baja primero.
—Está bien. Ahora bajo.
Ángel dijo esto y retiró su mano.
Los policías que estaban escondidos alrededor se acercaron de inmediato, con la intención de ayudarlo a subir.
Pero en ese momento, la barandilla oxidada se rompió de repente, haciendo un sonido seco.
Una de las manos de Ángel perdió apoyo, y él fue lanzado hacia afuera.
—¡Ah!—El cambio repentino asustó a Ángel, que gritó como un alma en pena.
Pero tuvo suerte, uno de los policías lo agarró del brazo a tiempo.
Lo que cayó fue solo un trozo de óxido viejo.
Ángel miró hacia el trozo de óxido que había caído y sus piernas

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda