Capítulo 883

Wilbur se levantó de repente y dijo: "No. No intentes engañarme inventándote cosas. No haré nada sin pruebas concretas". Luego, salió de la habitación. Eileen suspiró profundamente al verlo marcharse. ¿Todavía tenía miedo? Si él no se hacía cargo del Club Kiwanis, ¿quién lo haría? ¿Acaso debía simplemente dejar que esa gente arruinara el Club Kiwanis? Sacudió la cabeza, frunció el ceño y se recostó perezosamente en el sofá. La luz del sol otoñal brillaba sobre ella. Su cuerpo curvilíneo era tan seductor como un melocotón maduro. Wilbur volvió a su habitación y tiró la caja sobre la mesa. Sin fuerzas, se dejó caer en el sofá. Miró al techo y se quedó pensativo. No se dio cuenta cuando Faye entró en la habitación. Aquella noche llevaba una bata de encaje. Su ropa holgada no hacía nada por ocultar su sensual cuerpo. Su escote podía verse vagamente mientras se movía, lo que hacía de ella un espectáculo impresionante. Faye entró alegremente en la habitación, pero W