Capítulo 25

Así que solo era una prueba. Elena se tranquilizó de inmediato. Apenas tuvo tiempo de respirar cuando vio que Cristian parecía cada vez más inconforme, a punto de responder, y se apresuró a detenerlo. —No pasa nada, Cristian. En realidad, yo también quiero hablar con el jefe Samuel. Después de todo, hay algunas cosas que no debería ocultar. Después escuchar estas palabras, la mirada de Samuel, tan fría como un glaciar, comenzó a suavizarse poco a poco. Echó un rápido vistazo a su hermano, que claramente tenía un fuerte instinto de protección. —Sobre tu divorcio con Tomás, la información que recibí es que él no piensa llegar a un acuerdo privado. Ya he contactado a un equipo de abogados. Yo me encargaré de todo el proceso legal. Ustedes no tienen por qué preocuparse por nada. Una vez que obtengan el certificado de divorcio, siguiendo el deseo de nuestros padres, ustedes deberán realizar una ceremonia de compromiso formal. —¿Eso es todo lo que tienes que decir? Ante la pregunta de su her