Capítulo 37 ¿Se convertirá en presa?

¿Cómo podía estar Rafael allí? Julia se sorprendió. Muy pronto, Rafael ya estaba a su lado. —Julia, escuché a Sara decir que viniste aquí, así que vine especialmente a buscarte. ¿Ya devolviste la ropa? —Sí... La devolví —respondió Julia, comprendiendo de inmediato que la aparición de Rafael debía de deberse a lo que Sara le había contado. —Entonces vámonos. —Rafael extendió la mano, apartó la de Julia que aún sujetaba el cuello de la camisa de Bruno y, mirando directamente a este, añadió: —Si el señor Bruno de verdad tiene la capacidad de actuar contra mí y convertirme en objeto de sus juegos, puede intentarlo. Bruno arrugó la frente. La escena de Rafael y Julia tomados de la mano le resultaba insoportablemente hiriente. Era tan irritante como aquella vez, en la entrada del hospital, cuando vio a Rafael abrazando con fuerza a Julia. —En este mundo nada es absoluto. Quizá creas que eres el cazador, pero sin darte cuenta puedes convertirte en la presa de otro —dijo Rafael, y tras eso se