Capítulo 56 La persona que quiero amar es quien nunca me abandonaría

—Oh, era una chica llamada Julia, es de la línea de la quinta casa —dijo Orlando. —¿La quinta casa? —Valeria se sorprendió—. Pero, ¿esa línea no se había extinguido ya? —Todavía queda una hija en esa rama, justamente esta Julia. —La voz de Orlando tenía un tinte de melancolía—. La verdad es que la quinta casa tuvo muy mala suerte, su número de miembros disminuyó drásticamente. Ahora solo queda esa chica. Mañana Julia vendrá al mausoleo, es para dejar las cenizas de sus padres ahí durante tres días antes del entierro, y colocar sus respectivos altares. Los ojos de Valeria brillaron con un destello sutil. —Entonces, tío Orlando, ¿vas a recibirla personalmente mañana? Aunque originalmente Orlando no tenía una relación cercana con los de la quinta casa, además de que hacía muchos años que no tenían contacto, aun así... —Después de todo, sigue siendo parte de la quinta rama. Naturalmente debo ir. De lo contrario, no sería apropiado. —¿Y si voy yo en tu lugar? —propuso Valeria. —¿Tú? —Orland