Capítulo 145

Punto de vista de Zaden Levanté mi torso para acomodarme detrás de mi cansada compañera para que quedara recostada contra mi pecho. Deslicé mis dedos a paso lento de un lado a otro sobre su vientre mientras le decía: “Ya no eres tan frágil como antes. No sabes cuántas veces me has mirado de cierta manera y quise derribarte para hacerte mía en ese instante”. Se quedó en silencio como si estuviera pensando en algo. “Ay, claro que conozco esa sensación, pero algo me dice que nuestros invitados en la casa no apreciaron nuestra exhibición”, dijo en un tono un poco juguetón. Riven sabía que yo anhelaba el día en que pudiéramos estar a solas tanto como ella, pero ninguno de los dos estaba preparado para alejar a nuestros amigos de esa manera. Todos nos necesitábamos los unos a los otros de una u otra forma. Me sonrió y susurró: “No te preocupes, siempre tendremos nuestra luna de miel”. Me reí y comenté: “Hay que irnos y nunca regresar”. “No puedo esperar para hacerlo”, respondió. Se acurrucó