Capítulo 50

Me congelé cuando escuché estas palabras. No sabía que aquí era una tradición salir a cazar. No podía ir con ellos porque expondría a mi loba. Lo peor era que el Rey Alfa también estaba aquí, él iba a liderar la cacería. El extraño color de mi pelaje llamaría mucho la atención y no quería que esto sucediera. ¿Cómo podía evitar esta situación? “Diosa de la Luna, ¡ayúdame!” Rogué en silencio. Tenía que pensar algo rápido. Para mi sorpresa, vi a hombres y mujeres desnudándose delante de todos. Muchos habían comenzado a quitarse la ropa aquí mismo cuando escucharon las palabras de su Alfa. Nunca había visto tantos cuerpos desnudos al mismo tiempo. Mi manada anterior tenía una población promedio y, cuando salíamos a correr, no nos desnudábamos de un momento a otro frente a los demás. Cada uno iba por su lado. La desnudez no era un problema en nuestra comunidad, era aceptada. Después de todo, teníamos que quitarnos la ropa antes de transformarnos o la romperíamos. Ningún lobo