Capítulo 71

Una voz clara y melodiosa, como el fluir suave del agua, se escuchó antes de que él pudiera hablar. La mujer hablaba con un ritmo sereno, sin apuros, y su pronunciación era tan perfecta como la de una locutora profesional, resultando sumamente agradable al oído. El rostro de Valentina, que al principio mostraba una sonrisa, fue transformándose poco a poco a medida que pasaban los segundos, hasta que en sus ojos solo quedaba el asombro. Sabía que el idioma de Sancordia era bastante minoritario, que no mucha gente lo dominaba, por eso se había atrevido a intercambiar los documentos de Catalina. Incluso si Catalina decidía reclamar más tarde, la etiqueta de "incompetente" ya estaría puesta, y con ella, su reputación arruinada. Pero jamás imaginó... ¡qué Catalina también supiera el idioma Sancordia! Tras presentar el plan completo, Catalina recorrió la sala con la mirada y preguntó con calma: —¿Alguien tiene alguna observación sobre esta propuesta? Los presentes comentaron entre ellos, per