Capítulo 89

Cuando él llegaba borracho, ella lo ayudaba a regresar a la habitación y luego le preparaba una sopa para que se le pasara la embriaguez. Cada vez que pasaba la noche en casa, al día siguiente ella se levantaba temprano para prepararle un desayuno abundante. Sin embargo, las veces que él se quedaba podían contarse con los dedos. Desde que Valentina volvió, prácticamente había dejado de pasar la noche en casa. En sus recuerdos, apenas había probado uno o dos desayunos; el resto del tiempo, siempre encontraba cualquier excusa para irse a toda prisa, sin siquiera mirar lo que ella había preparado. Jamás le importaron su tristeza ni su decepción. Ahora, todos esos recuerdos emergían con claridad en su mente, provocándole una sensación sofocante y una irritación difícil de describir. Alejandro, de manera inconsciente, aflojó el nudo de su corbata, pero aun así no sintió que respirara mejor; al contrario, la opresión en su pecho se intensificó. ... Después de bañarse, Alejandro se dispuso a